Estratega político digital. Especialista en relaciones estratégicas para campaña electoral y experto en campañas digitales de contraste.
Ganador del premio a la innovación metodológica digital en 2019 por la implementación del mapa de arquetipos en una campaña digital, con el método Neurovoto y primer lugar de campaña de contraste otorgado por la Asociación Internacional AICODI, reconocimiento por la mejor campaña digital 2019, otorgado por AICODI.
CEO y fundador de la empresa Luminis Consulting Group. Tiene experiencia en campañas electorales presidenciales de senaduría y diputación. Ha sido Ministro y Secretario Presidencial, acreedor a premios internacionales por causas humanas, incluido un reconocimiento mundial por la fundación Bill y Melinda Gates.
Samuel García no es disruptivo, solamente hace buen manejo de las redes sociales
“Baja la pierna” “fosfo fosfo”… Al juntar estas dos frases viene a la mente de miles de mexicanos un nombre (bueno, dos) Samuel García y su esposa Mariana Rodríguez. Y es que son frases distintivas de momentos chuscos que para bien o para mal han sido utilizados en las redes sociales por este candidato a Senador (Senathor) para posicionarse y convertirse en viral.
Sin embargo, no alcanzan para decir que es disruptivo en su campaña.
Con estos dos videos Samuel García obtuvo publicidad, aunque negativa, a través de la generación de bromas, parodia, crítica, incluso un hashtag por el regaño que le hizo a su pareja o por la respuesta que obtuvo de ella para que viera sus zapatos deportivos fosforescentes.
Esas acciones no cambiaron la forma de hacer política, tampoco la manera de realizar una campaña electoral. Samuel no es disruptivo, tiene una estrategia digital exitosa.
Los equipos de comunicación de Samuel García hacen un buen uso del imaginario colectivo y del humor social, utiliza momentos que le permiten quedarse en la mente de la población, pero no logran hacer cambios determinantes y trascendentes que lleven a que las cosas varíen radicalmente en las campañas electorales. Nada, cero.
Disruptivo es el telégrafo que cambió la manera en que la humanidad se comunica. Disruptiva la máquina de coser que ha logrado una transformación radical en los aspectos textiles. Disruptiva la fotocopiadora, disruptivo Steve Jobs. Pero ese nivel de transformación de la política o la forma de hacer campaña en redes sociales no lo ha logrado Samuel García ni su esposa.
Otros candidatos, como José Luis Romero han cruzado la línea. En su deseo de querer ser disruptivo llegan al ridículo, el Tecmol, ha caído en un extremo negativo con vídeos donde baila encuerado o la respuesta de “yo no contesto mamadas”.
Ambos candidatos han logrado quedarse en la mente de la población a través del uso de las redes sociales.
¿Samuel disruptivo? NO, buen lector del imaginario colectivo, sí.